Elecciones Costa Rica – ¿fruto amargo?
Por Guillermo Green
Hace aproximadamente un año muchas personas (especialmente padres de familia) comenzaron a despertarse ante un impulso extraño y fuerte dentro de la educación pública. La cara más visible son las hoy “famosas” guías sobre la sexualidad, que fomentan una perspectiva sexual que Peter Jones llama “unista” (panteísta) – es decir, totalmente ajena al marco bíblico, y en función de un programa que aleja al hombre de todo sentido de ser hecho a la imagen del Dios Creador – “varón y hembra” (recomiendo los dos libros de Peter Jones: Uno o Dos / El Dios del sexo, disponibles en CLIR, Tel 2229-7007).
Los que hemos seguido las corrientes “paganas” dentro y fuera del gobierno costarricense sabemos que las raíces son mucho más profundas. De hecho, no son sólo las guías sexuales sino todo el currículum que está contaminado – lo dijo la misma Ministra de Educación.
Pero es el momento de poner los pies en la tierra y abrir los ojos. La verdad es que durante los últimos CINCUENTA (¡50!) años o más, la población costarricense ha financiado con sus impuestos a varias instituciones educativas (UCR, UNA, TEC entre otra) que se han dedicado a desbaratar la cosmovisión bíblica, destruir cualquier vestigio de “fe” que tengan los estudiantes, y preparar paganos practicantes para todas las esferas de la sociedad, especialmente el gran aparato de la Educación Pública y el Estado. No hace falta testimonio personal para ver lo que está pasando, pero añadiré el mío. He tenido vecinos que son profesores en la UCR, ¡de teología!, cuya meta expresa es destruir una sencilla fe en la Palabra de Dios. He tenido a muchos amigos universitarios que me han relatado el ataque contra el cristianismo directo o indirecto de parte de sus profesores. Todas las mañanas se puede escuchar en “Radio U” los ataques contra uno u otro aspecto de una cosmovisión bíblica, mientras superficialmente denigran “el patriarcado”, “el machismo”, “el capitalismo”, “el fundamentalismo”, y otra vuelta a lo mismo como disco rayado. Y ¿cuál ha sido el fruto? Un sólido y continuo incremento en embarazos de jovenes solteras, violencia doméstica, uso ilícito de drogas, suicidios (especialmente entre jovenes), divorcios, corrupción imparable, e inconformidad general con las condiciones personales y sociales de la gente. ¿No es obvio para el más sencillo? Entre más nos “evangelizan” los paganos, peor se pone la sociedad.
Mas de una persona ha denunciado las “fábricas” de paganos (las universidades), pero la población costarricense prestó oídos sordos, y siguió votando por los mismos líderes políticos comprometidos con este rumbo durante décadas. Pero ahora que el árbol produjo fruto, y ¡bastante!, no nos gusta. Sabe feo. Es amargo, no, podrido. Y entra en operación el salto visceral del padre o la madre mientras trata de proteger a su hijo de este fruto amargo y podrido. Por lo menos existe todavía amor paternal y maternal…
PERO ninguna acción superficial va a cambiar el sabor del fruto; se requiere cortar la raíz. Y se debe comenzar con el sistema educativo, porque es aquí donde tenemos el círculo cerrado. Las universidades maleadas producen los políticos que establecen guiás y políticas nocivas, y producen profesores (algunos, ¡no todos!) y especialmente directores, que van a implementar las reglas. De ahí el currículum enseña un montón de cosas como si Dios no existiera y el hombre fuera dios en la tierra. Poco a poco se está creando toda una “atmósfera” atea en que Dios no encaja. Después cuando se intenta decir “¡Pero Dios dice… !” lo van a mirar con frente funcida y decir “¿cuál dios?”
La educación debe estar bajo la autoridad de los padres, no bajo políticos formados por un sistema que ha declarado la guerra contra Dios. Costa Rica debe dar entera libertad a las escuelas privadas para enseñar como los padres dicten. Y las escuelas públicas deberían obedecer más a la voluntad de los padres.
¿Qué tiene que ver todo esto con la elecciones? Pues, mucho. El PAC ha sido el promotor más fuerte y efectivo hasta el momento de implementar un currículum anti-Dios. Hace años Dios fue quitado de todas las materias “normales”. Y hoy el gobierno de Luis Guillermo ha montado un ataque frontal mediante el currículum escolar. Se supone que Carlos Alvarado seguirá el mismo rumbo, pues no hay nada que contradiga ello. Y el pueblo costarricense dio su voto a un partido dedicado a la re-interpretación del mundo, de la vida, del ser humano, y de la fe, una re-interpretación contraria a lo revelado en las Escrituras. Pero es una agenda que está dando FRUTO AMARGO. Nada más compre un periódico si no me cree. En un futuro post hablaremos del porqué la obsesión con la “sexualidad”, porque sí hay un motivo que se debe reconocer. Por ahora, tomemos consciencia. La educación debe ser devuelta a los padres, a quienes les corresponde. Y las universidades estatales ¡des-paganizadas!