¿Son las armas el verdadero problema?
Por Peter Jones
Decir que las armas son la causa de la violencia simplemente muestra la falta de lógica e ineptitud moral por parte del pensamiento occidental contemporáneo en su intento por silenciar un sentido genuino del bien y el mal y por difamar falsamente a la oposición. Es “el corazón [el que] es engañoso más que todas las cosas y perverso. ¿Quién lo conocerá? Yo Jehová, que escudriño la mente, que pruebo el corazón, para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras” (Jeremías 17:9-10).
Identificar los medios (armas de fuego) utilizados en el asesinato masivo de la secundaria como la causa de esos asesinatos es ilógico. La gente comete crímenes. Aquellos que maquinan maldad y están llenos de odio usarán toda clase de medios físicos para llevar a cabo sus actos: pistolas, bombas, fuego, cuchillos, automóviles o inclusive los puños. Según la razón que se ofreció sobre los tiroteos en la secundaria, es curioso que aún no hayamos escuchado una estrepitosa demanda para prohibir los automóviles. Un camión de alquiler de Home Depot fue el arma elegida por Sayfullo Saipov, quien atropelló a ocho personas en la ciudad de Manhattan en noviembre del 2017. ¿O cuchillos, cuántas puñaladas se necesitarán antes de que alguien sugiera prohibir los cuchillos?
Tal argumento solo oculta el verdadero problema: la bancarrota moral y social que el pensamiento progresista ha creado en la sociedad occidental contemporánea. [1] Al oponerse a las armas, algunos creen que están mostrando una mayor preocupación. Pero el argumento es una mera pantalla —falsa moralidad— que revela una completa escasez de verdadero razonamiento moral. La sociedad, descaradamente funciona así:
- Haz tanto alboroto como sea posible al momento del acontecimiento, vociferando contra los despiadados que apoyan las armas o acuda a la segunda enmienda;
- Promueve el “asesinato” de los funcionarios de la NRA; [2]
- Siéntate tranquilamente y disfruta la emoción de una victoria electoral;
- Vive con el colapso de la Constitución;
- Disfruta del socialismo en América.
La cultura de las armas en los Estados Unidos tiene más de doscientos años, y estas no han cambiado mucho en los últimos cien años. Lo que ha cambiado es la cultura. Su impotencia moral probablemente afecta a los niños más que a cualquier otra persona. Muchos niños ahora crecen sin un padre, sin un núcleo familiar, desligados de las raíces judeo-cristianas de nuestra cultura, y sin respeto alguno por la autoridad. La Biblia es ridiculizada. La pornografía y desviación sexual son comunes. Con tan solo presionar un botón, los niños tienen acceso a cautivadores vídeo juegos que enaltecen el sexo y la violencia. Estados Unidos sufre una crisis espiritual, no una crisis armada. Estamos cosechando los frutos de una cultura postcristiana y amoral, una enardecidamente apoyada por los baby boomers y sus hijos. [3] Sin un avivamiento moral y espiritual, los niños estadounidenses seguirán muriendo en un gigantesco experimento social izquierdista, que se ha disparado en los promotores de la espiritualidad no binaria, en la que (como en las culturas paganas alrededor del mundo) unimos los opuestos del bien y el mal ¿Es de extrañar que nuestros hijos no logren reconocer el verdadero mal, las consecuencias finales o al máximo dador de la ley?
¿Qué fue lo que impidió que Nikolas Cruz, autor del asesinato masivo en la secundaria de Florida, obtuviera la ayuda que necesitaba? Parecemos incapaces de realizar el verdadero trabajo moral y espiritual de aconsejar a las personas afectadas. ¿Qué fue lo que detuvo al personal de la escuela, la policía local, el FBI o incluso los vecinos de detener a Cruz en sus ataques? ¿Incompetencia moral? ¿Miedo a involucrarse en una interferencia políticamente correcta? Estamos moralmente perdidos.
En enero de 2018, Tnuza J. Hassan fue arrestada por provocar ocho incendios en siete edificios de la Universidad St. Catherine en St. Paul, Minnesota. Al parecer, esta chica jihadista de 19 años le había comentado previamente a los agentes del FBI que quería unirse a Al Qaeda y casarse con un combatiente, y que incluso podría portar un cinturón suicida”. (Consulte la noticia de “The Associated Press” (AP) en USNews.com). “También manifestó que estaba enfadada por las acciones militares de los EE. UU. en el exterior y admitió que trató de alentar a otros a unirse a la “lucha jihadista”. Al parecer, estas declaraciones no fueron suficientes para que el FBI la detuviera o arrestara. Tras su liberación, ella continuó con sus planes terroristas. No hubo armas. Ella provocó ocho incendios.
El problema no son las armas ni el fuego, sino una sociedad Occidental postcristiana y moralmente disfuncional, desenfrenada por la sabiduría moral. En una entrevista con Ellen DeGeneres, Oprah, gozosa y jactanciosamente anunció que donará 500,000 dólares a la próxima “Marcha por la vida”. Uniéndose así a otros progresistas como George y Amal Clooney, Jeffrey y Marilyn Katzenberg, Steven Spielberg y Kate Capshaw. Estudiantes “tomarán las calles de Washington DC para exigir que sus vidas y seguridad sean prioritarias, y que la violencia armada y los tiroteos en masa se detengan”.
Decir que las armas son la causa de la violencia simplemente muestra la falta de lógica y la ineptitud moral del pensamiento occidental contemporáneo en su intento de silenciar un sentido genuino del bien y el mal y difamar falsamente a la oposición. Es “el corazón [el que] es engañoso más que todas las cosas y perverso. ¿Quién lo conocerá? Yo Jehová, que escudriño la mente, que pruebo el corazón, para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras” (Jeremías 17: 9-10). El recientemente fallecido y apasionado evangelista, Billy Graham, le enseñó esto al mundo durante siete décadas. Solamente si honramos al Dios de las Escrituras y clamamos a su Hijo Jesús por perdón y misericordia, encontraremos alivio de nuestras maldades. Dios no nos salva de armas de fuego o cuchillos, sino de la completa descomposición moral en este mundo y de los eternos resultados de nuestra violencia actual en el mundo venidero.
[1] Encontrarás este artículo atractivo, ya que atribuye los tiroteos masivos al progresismo, no a las armas de fuego.
[2] NRA: “National Rifle Associaton”.
[3] Se conoce como “baby boomers” a la generación nacida entre los años 1946-1964 aproximadamente.
Traducido por Neytan J. Jiménez